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el placer de devorarse

CUANDO NO TIENE QUE SER, NO ES

Ayer teníamos que ir al teatro. Pero no tenía que ser. Llegamos con tiempo, pero fue imposible del todo aparcar: nos fuimos decepcionados. Por el camino se nos ocurrió ir a comer algo a un sitio emblemático donde hacen unos de los mejores bocatas que he probado junto con un espumoso que se sube a la cabeza y que venden por copas, botellas o cajas, a gusto del consumidor. Estaba cerrado. Aparcamos para dar un paseo por la Barceloneta, tomé un helado pero me equivoqué mezclando sabores (el helado de roquefort con nueces y el de conguitos no combinan, por más que os empeñeis en pensar que si los dos llevan frutos secos...) Así que fuimos a mirar los tenderetes: estaban recogiendo, pero se impuso mi habilidad y decisión y me hice con un bolso muy original y muy gracioso hecho por una tal elizabeth b bajo el nombre Santaplástica. No puedo ver su web, pero tengo su teléfono por si necesito más...) Creyendo que tras el hallazgo bolsil nada podía salir mal nos dirigimos al cine, recurso maravilloso pero detestable los domingos por la tarde: Tras una cola maja nos cuelgan el cartel de "Solo primeras filas" (es decir, 1-2-3). Me rebelé: me fuí para casa y vi "La mala educación" que me habían dejado en DVD hacía unos días. Ahora me da miedo estrenar el bolso: estará bajo la influencia negativa del día de ayer y se me romperá, dejando al descubierto todas mis pertenencias?

1 comentario

Carlos -

Y cuenta, cuenta... ¿Qué llevas tú en el bolso para que tanto te preocupe que se rompa y te deje los misterios bolsiles al descubierto? :-P