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el placer de devorarse

EN CALMA...

La tarde está tranquila... las entradas para el partido de mañana están casi agotadas y hay poco movimiento por aquí, ya está todo atado (al fin y al cabo es agosto!) He empezado la tarde contestando mails y es como la voy a terminar (mails laborales, eh?!)
Ayer por la noche terminé el libro del divorcio con más pena que gloria y hoy he empezado con uno de la autora de Tomates Verdes Fritos, Fannie Flagg. De momento no ha conseguido engancharme, y me queda muuucho por delante...
ME DUELE LA ESPALDA. Nunca he ido a que me den un masaje, solo una vez durante un curso que hice nos dábamos masajes entre nosotros para "abrirnos los huesos": eran masajes con pelotas de tenis, una técnica bastante desconocida que me dio por estudiar un verano. Pero eso de ir a un salón y que me den un masaje como Dios manda nunca, ni siquiera un "Masaje a 1000" (se seguirán llamando así con el Euro?) Pero creo que ha llegado el momento... no se donde ir, pero creo que sería bueno poder estar en el teclado moviéndome sin oir como me crujen los hombros y el cuello. Si le pido a mi novio que lo intente igual me destroza con sus "manitas" A ver si me entero de algún sitio cerca de casa...
Al final ayer llevamos al gato, bueno, lo llevó el porque yo no conozco a mis suegros, a pesar que llevo con él tiempo más que suficiente... pero son tan especiales que prefiero alargarlo cuanto pueda. El tema es que le dimos al gato un trocito de la pastilla sedante... se ve que llegó tan mal que sus dueños tiraron el resto de pastilla y dijeron que nunca más, estaba totalmente colgado, pobre. Espero que hoy ya esté bien! De las vacaciones de ellos hemos ganado mucho cariño hacia el gato y un pedazo de queso buenísimo, roscos y empanadas de cabello de ángel. Me encanta que la gente traiga comida de sus vacaciones, lo veo mucho más útil (y sabroso) que cualquier souvenir de gusto dudoso.

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